Proyectado en 1985 por el arquitecto Francisco Javier Sainz de Oiza como un edificio sobre el mar, el Palacio de Festivales de Cantabria abrió sus puertas en abril de 1991 para convertirse en el eje cultural de la ciudad de Santander, suponiendo un antes y un después en su vida cultural.
El Palacio de Festivales no es solo un símbolo cultural, también es un símbolo arquitectónico. Su construcción se insipiró en el Teatro Epidauro, uno de los más importantes del teatro griego antiguo. Su exterior cuenta con cuatro torres de 50m de altura inspiradas en los mástiles de los barcos lo que ha integrado al edificio en el entorno marítimo en el que se sitúa.
Los materiales más usados en el edificio son el mármol y el cobre envejecido de color verde.
Actualmente el edificio es un espacio multidisciplinar en el que podemos encontrar una programación variada de teatro, cine, música,o danza que atrae a personalidades nacionales e internacionales relevantes.