San Vicente de la Barquera es de esos rincones cántabros que combinan naturaleza, historia y gastronomía en un solo golpe de vista. Aquí tienes mis recomendaciones para disfrutarlo al máximo:
🏞 Naturaleza y playas
Parque Natural de Oyambre: dunas, marismas, bosques y calas protegidas. Ideal para hacer senderismo, snorkel o paddle surf .
Playa de Oyambre y El Rosal: aguas cristalinas y largas extensiones de arena (¡perfectas para surfear!) .
Playa de La Maza: más resguardada, con embarcaderos y mucha vida de mar .
🏛 Historia y patrimonio
Puente de la Maza: un puente medieval de casi 500 m y 28 arcos, obra del siglo XV, con vistas espectaculares a la ría .
Castillo del Rey: construido por Alfonso VIII en 1210, ofrece museo y mirador panorámico .
Iglesia de Santa María de los Ángeles: mezcla de gótico y románico defensivo, interior con retablos y bóvedas ojivales .
Murallas, Torre del Preboste y Palacio del Corro (actual Ayuntamiento): forman parte del casco histórico medieval .
Antiguo hospital, Santuario y vías históricas: puntos emblemáticos que recogen el paso de peregrinos (Camino Lebaniego y del Norte) .
🚣 Actividades y aventuras
Kayak por la ría: excursión de 3 h con vistas únicas al casco antiguo y sus embarcaderos .
Multiaventura: descenso de barrancos, espeleología, vía ferrata y más en entornos naturales cercanos .
Visitas guiadas: desde rutas por la villa hasta guiadas a la cercana Cueva El Soplao .
🍽 Gastronomía local
Disfruta de platos de pescado y marisco frescos en los restaurantes frente al mar como Ostería San Vicente, los sorropotún y especialidades del Norte .
No te pierdas el cocido montañés en los mesones de los alrededores (Caviedes, Casa Cofiño) .
Tómate unas “rabas” junto a una sidra: snack clásico cántabro .
📅 Festivales y mercados
La Folía: procesión marinera con cucañas y flores en la ría (Interés Turístico Nacional) .
Mercado local: jueves y domingos, con artesanía, marisco y productos frescos .
San Vicente es, según The Guardian, “el antídoto contra la hibernación”: un pueblo pesquero auténtico y con menos turismo que el Mediterráneo, perfecto para combinar naturaleza, historia y buena mesa.